JOSEFINA MOLINA, LA CINEASTA CORDOBESA

 

Julián Hurtado de Molina Delgado

Cronista de la Ciudad.

 

Nuestra directora de cine cordobesa Josefina Molina ha sido galardonada con el Premio Nacional de Cinematografía, en su edición 2019. La primera mujer distinguida con este premio

Cordobesa, hija de padre cordobés y madre catalana, que estudió en el cordobesísimo Colegio de Santa Victoria, de las Escolapias, ya desde muy pequeña fue muy aficionada al cine y al teatro y no se perdía las proyecciones en el Cineclub Senda y en el Cineclub del Circulo de la Amistad de nuestra ciudad.

Pionera en tantas cosas, es la primera mujer diplomada en Dirección de Cine, en la antigua Escuela oficial de Cinematografía en Madrid, además de obtener la Licenciatura en Ciencias Políticas en la universidad Complutense.   

Si hay algo de lo que especialmente se siente orgullosa nuestra realizadora, es de haber sido, ser y seguir siendo, referente de varias generaciones de cineastas presentes y futuras, sobre todo para las mujeres, no en vano, como en estos días se ha venido recordando, su compromiso e implicación para la igualdad en la dirección, realización, junto con la labor de guionista en el cine y el teatro, ha sido permanente y entusiasta a la par que prestigioso y brillante.

Le tocó comenzar su carrera, en efecto, en una época social muy difícil, que nunca fue obstáculo para que  consiguiese tantos y tan extraordinarios logros teatrales y cinematográficos, con “esa mirada libre y sin prejuicio, esencial para comprender la situación de la mujer en los años de la Transición y la consolidación de la Democracia” como  el Ministerio de Cultura ha valorado al otorgarle este merecido galardón, que se le entrega en el curso del Festival de Cine de San Sebastián, saldando así una deuda, que ha reconocido el propio jurado de expertos que han fallado el premio, en una excepcional mujer, Hija predilecta de Andalucía, Goya de Honor de la Academia española de Cine y Medalla de Oro de las Bellas Artes y del Trabajo.

Enhorabuena a nuestra cordobesa ejemplar a la que, desde aquí, reivindico le sea otorgado, no un reconocimiento de los cordobeses, que ya lo tiene y desde hace muchos años en su corazón, sino la concesión del merecido galardón oficial que a nivel local le corresponde.